

Educación sexual en Navarra
Todavía hoy impera el pensamiento colectivo de que la educación sexual es la que “enseña a tener relaciones coitales o a prevenir embarazos no deseados e infecciones” devenidas de esas relaciones.
Con esta idea vamos (en el mejor de los casos) retrasando la educación sexual consciente que transmitimos a nuestras hijas e hijos, alumnado o educandos hasta que consideramos que han alcanzado una edad para mantener relaciones eróticas. Obviamos (como decían Master y Johnson) el hecho de que la mayoría de las dificultades sexuales que transitamos, más que un origen médico o psicológico, provienen de una errónea o escasa educación sexual.
Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos y en cada etapa de nuestra vida la sexualidad cobra unos matices diferentes. La educación sexual tiene que ver con todo lo que acontece en nuestras vidas como hombres y mujeres que somos: en nuestros cuerpos, emociones, gónadas, relaciones (más allá de las coitales: eróticas, afectivas, de igualdad, …), en nuestra piel, hormonas, intimidad, placer, autoconocimiento, etc.
Es por ello que, la educación sexual inicia con el nacimiento y no dejamos de aprender durante toda nuestra vida. Actualizamos conocimientos y sentires igual que vamos sumando años, no actualizarnos puede implicar un desajuste en nuestro bienestar integral.
La educación sexual con perspectiva de género permite desarrollar las herramientas necesarias para poder vivir una vida más satisfactoria con uno/a mismo/a y con las demás personas. El resultado de silenciarla o negarla ya lo conocemos.
Hoy es el mejor momento para empezar a hacer educación sexual con las personas que acompañas o contigo misma/o.

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